viernes, 30 de octubre de 2009

TRABAJO EN EQUIPO







VIRUS DE ACTITUD




1. El perfeccionista: No acepta falla alguna quiere todo perfecto.




2.El pesimista: Siente que nada va a salir bien, y se estresa al ver cualqier error




3. El alterado: Mantiene la mayor parte de el tiempo estresado y alza constantemente la voz a sus compañeros.




4.El despreocupado: No le importa nada mas que su trabajo no quiere audar a los demás




5. El disociador: se interesa mucho por destruir cualquier tipo de relación laboral existente.






¿Como convatir el virus de actitud?


1. Hay que aceptar que hay un problema y buscarle solución.


2. Debemos comentar con aquella persona su problema y ayudarle a buscar soluciones.


3. Comentar sobre el avance de la solución de el problema y felicitarlo por el ezfuerzo realizado.

CONCLUSIÓN: En un trabajo en equipo todos debemos colaborar e intentar resolver los problemas juntos para mejorar la convivencia y la estabilidad de él.


Roles dentro de un equipo

En un equipo hay roles positivos y algunos negativos tales como:


La persona positiva: empuja hacia delante, busca el éxito del equipo y se involucra en el proyecto; contagia su entusiasmo al resto de los compañeros.


El crítico: es una persona destructiva, todo le parece mal pero no aporta soluciones; los compañeros son unos inútiles a diferencia de él que es perfecto. Es una persona que deteriora el ambiente de trabajo.


El discutidor: no está de acuerdo con nada, siempre defiende otra tesis. Es una persona pesada pero sin ánimo destructivo, a diferencia del anterior. Es un inconformista permanente y aunque busca el bien del equipo sólo consigue sacar a la gente de quicio.


El pícaro: se aprovecha del resto de los compañeros, es una rémora en el equipo, pero lo hace de manera sutil, por lo que sus compañeros apenas se percatan. Su aportación al equipo es nula y suele terminar deteriorando el ambiente de trabajo. Es preferible cortar por lo sano: darle un toque de atención enérgico y si no reacciona apartarlo del equipo.


El reservado: le cuesta participar o simplemente no participa y en muchos casos a pesar de dominar la materia. Necesita un primer empujón del resto de sus compañeros, especialmente del jefe, para lanzarse. Si consigue romper esa barrera inicial puede ser un gran activo para el equipo, si no su aportación será muy reducida. Hay que animarle desde un principio a que participe en los debates.


El organizador: Es clave dentro del equipo, siempre preocupado porque las cosas funcionen, que se vaya avanzando, que se vayan superando las dificultades, que no se pierda el tiempo.


El gracioso: no suele faltar en los equipos. Sus aportaciones profesionales suelen ser muy discretas pero en cambio cumple un papel fundamental.